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Reducir la mortalidad perinatal en un 25%: una meta posible con intervenciones comprobadas

La prevención de la mortalidad perinatal, mediante la implementación de estrategias con efectividad científicamente comprobada, puede evitar más de 400 muertes perinatales al año.

El Día Internacional de la Muerte Perinatal (International Babyloss Awareness Day), celebrado el 15 de octubre, busca crear conciencia sobre la pérdida de bebés durante el embarazo y el nacimiento, ofreciendo apoyo a las familias afectadas y promoviendo la visibilidad y la investigación.

La muerte perinatal se define como aquella que ocurre entre la semana 22 del embarazo y los 28 días posteriores al parto. En España, según datos del INE, se produjeron alrededor de 1.800 muertes perinatales en 2022. Una tasa que, como recuerdan desde Umamanita, asociación nacional que apoya a las mujeres y sus familias tras la muerte perinatal, ha permanecido estancada durante más de diez años, e incluso ha aumentado en los últimos dos años. La reducción de estos datos es posible, como apuntan desde la asociación, mediante acciones ya conocidas por ser efectivas, como la educación sobre la importancia de los movimientos del bebé durante el tercer trimestre del embarazo y mejoras en la atención a poblaciones vulnerables, entre otras. Las cifras de otros países de nuestro entorno, como Países Bajos, Escocia e Inglaterra, muestran que se ha reducido la tasa de mortalidad perinatal entre un 20% y un 25% en cinco años.

Un estudio reciente publicado en BMC Pregnancy and Childbirth analiza indicadores de atención y prevención de la muerte intrauterina en países de rentas medias y altas, destacando que muchas muertes son prevenibles y que en España, aunque la tasa de mortalidad fetal es promedio en comparación con otros países de renta alta, hay problemas de calidad de datos y falta de una estrategia nacional para su reducción y la atención al duelo.

«Las estrategias de reducción de la mortalidad perinatal centradas en las mujeres y sus entornos son muy efectivas, especialmente la información sobre la importancia de los movimientos del bebé y el dormir de lado durante el embarazo», explica Manuela Contreras, matrona del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Cantabria y docente del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal (IESMP). Añade que, según los resultados de sus investigaciones, «existe demanda para este tipo de información y, a pesar de las preocupaciones de que podría aumentar la ansiedad, no suele ser así».

Por ello, para seguir insistiendo en la importancia de la prevención, desde Umamanita ha relanzado una campaña con el objetivo de informar y concienciar a las mujeres embarazadas, los profesionales de la salud y la sociedad en general sobre la prevención, en colaboración con otras asociaciones (Asociación Española de MatronasFAME – Federación de Asociaciones de Matronas de España, la Sociedad Catalana de Obstetricia y GinecologíaiNatalRed El Hueco de Mi Vientre y Círculo de Familias en Duelo). En este sentido, destacan la importancia de los movimientos del bebé en el último trimestre del embarazo: cuando la frecuencia o fuerza de estos movimientos cambia puede ser indicador de que algo no está bien y es necesario acudir al hospital.

A vueltas con los registros

Según Pilar Gómez-Ulla, psicóloga y docente del IESMP, que coordina la Formación Anual en Salud Mental Perinatal y de Herramientas de Psicoterapia Perinatal, la sociedad está tomando mayor conciencia sobre la muerte perinatal, y el sistema sanitario también ha comenzado a reconocer su importancia. Sin embargo, aún persisten problemas en el registro de estos casos. «Aunque se ha aprobado un documento en el BOE que permite inscribir a los bebés nacidos sin vida después de 180 días de gestación, la situación sigue sin resolverse por completo». Como explica Gómez-Ulla, existen dificultades con el sistema informático, falta de uniformidad en los registros—algunos permiten inscribir con nombre y apellidos, mientras que otros solo aceptan el nombre—, y confusión sobre cómo registrar a los bebés fallecidos antes de los 180 días de gestación. «Estas inconsistencias generan una pérdida de datos valiosos, lo que lleva a una subestimación de las muertes intrauterinas. Como consecuencia, no se investigan adecuadamente las causas de estos fallecimientos, contribuyendo al silenciamiento de una realidad que merece más atención y estudio», señala.

Un reciente informe impulsado por Umamanita, titulado Cuando la legislación restaurativa duele, revela que, de 75 personas encuestadas sobre su experiencia en el Registro Civil tras la muerte de un bebé, la mayoría consideró el proceso como negativo y doloroso, con un 41,3% indicando que su solicitud había finalizado, mientras que el 30,7% aún esperaba resolución. El estudio destaca deficiencias en el conocimiento y la empatía del personal, así como una falta de organización en la implementación de la nueva ley, lo que genera frustración y ansiedad en las familias afectadas, y concluye que sin una adecuada formación y recursos, la ley ha sido ineficaz en su propósito restaurativo.

No solo es esencial promover la prevención y la concienciación para reducir la muerte perinatal, sino que también es importante que las familias puedan enfrentar el duelo de una manera menos traumática cuando esto ocurre. La colaboración efectiva entre profesionales de la salud, instituciones y familias puede tener un impacto significativo en este desafío tan importante.

 

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